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domingo, 9 de noviembre de 2014

La crisis de Crunch y 50 friends en el manejo de redes sociales.

Gestionar cuentas de redes sociales no es una tarea, ni fácil, ni que deba quedar en manos de cualquier miembro de la organización.

El trabajo de community manager en México, ha sido subvaluado por parte de las empresas y sus líderes. En más de una ocasión que he estado ante clientes potenciales, el tema económico para la gestión de la estrategia de social media de sus empresas, ha sido el indicador para decidir por cerrar el contrato. Y, en la mayor parte de ellas, la respuesta ha sido algo así como: “de eso se va a encargar... Recursos humanos, el de informática, los de ventas, etc…” sin menospreciar la labor de cada una de estas áreas en mi comentario.

La cuestión es que las cosas pueden alcanzar latitudes indeseables para una marca. El ejemplo del día nos lo proporcionan dos marcas: por un lado el chocolate Crunch de Nestlé, postea en su cuenta de tuiter, en ocasión de los lamentables hechos ocurridos con los normalistas de Ayotzinapa:


La crisis que evolucionó con ello en la red social del pajarito, con los ánimos como se encuentra nuestro país con los hechos referidos, serían por demás reiterativos y redundantes mencionarlos.

El otro caso, el restaurante de pizzas 50 friends de su sucursal reforma. Donde el community (me cuesta mucho trabajo denominar así a un tip@ que vulnera mi quehacer profesional) se envalentona y tuitea no uno, sino una serie de posteos criticando el movimiento de los desaparecidos de la normal de Guerrero.


En ambos casos ya han salido las disculpas y explicaciones de lo ocurrido. Lugares comunes, excusas obvias y ya sin crédito, y la esperanza de tomar cuentas en el asunto. El daño esta hecho. Las marcas han quedado a la luz de la impericia de un “profesional” que no entiende su labor y cree que puede hablar a título propio, cuando es la marca quien dialoga.

El trilladísimo caso de la vulneración de cuentas (perdón, me hackearon) es mas vieja que nada. Recordemos el caso de Enrique Garay en su cuenta de Twitter donde –en un mensaje directo (DM)- mandaba una foto de su miembro viril con la famosísima frase “¿te la comes?”. Bien, pues la marca Crunch recurrió a esa salida por demás cantinera.





50 friends por su parte, envió un “comunicado” donde nos queda claro a todos que no tienen un especialista en comunicación. Además de una pésima redacción y faltas ortográficas, el comunicado se deshace en explicaciones donde no asumen su responsabilidad. Se excusan en que el manejo de las redes sociales de cada sucursal queda en manos de los gerentes de cada una de ellas... Háganme el bendito favor...! =S


Aquí dejo cinco puntos clave para la gestión de redes sociales corporativas.

1. Las redes sociales de nuestra marca o negocio, no pueden quedar en cualquier persona. Elegirla porque “al cabo a ti te gusta mucho eso de las redes...” No es buena idea. Es indispensable contratar -de base o externo- a un especialista para dicho trabajo.
2. El desarrollo de una estrategia de comunicación 2.0 es fundamental. En ella se trazan las líneas argumentativas a abordar, el storytelling que contar y, lo mas importante, el storydoing. Qué vamos a decir, con qué historia lo vamos a llevar a cabo y cómo lo vamos a hacer.
3. Cerciorarse de que exista una integración entre la marca y el gestor de las redes sociales. La integración debe quedar clara con un documento de táctica de comunicación donde se especifica quién y con qué voz habla la marca.
4. Comprender y tener bien claro, quién habla. La marca debe tener una personalidad perfectamente definida por el branding de la misma. Consecuentemente, es primordial que el carácter de la marca matche consistentemente con el personaje de las eses sociales.
5. En eventos de coyuntura –política, económica, social, etc- tener reuniones de la dirección general con los responsables del social media, que definan la línea comunicativa al respecto y qué hacer en situaciones de crisis.

Como ves, el manejo de redes sociales va mucho más allá de la generación de ideas o de la invitación a comprar nuestro producto/servicio o generar dinámica de co-participación con la comunidad o, lo peor de todo, buscar únicamente un crecimiento numérico de los seguidores de la(s) cuenta(s). Este de por medio, la reputación y el valor de marca de tu empresa o producto. No lo dejes en un cualquiera.