A lo largo de esta semana en los diversos blogs que tocan temas de marketing y colaterales ha retumbado el tema de la regulación en torno a dos asuntos muy específicos: las tarifas y los contenidos de las prácticas publicitarias a través de las mencionadas redes.
Según el periódico The Guardian establece que la Advertising Standars Authority (ASA), estancia encargada de vigilar la publicidad en el Reino Unido y en el tema de Internet regula los costos de las tarifas para banners y anuncios gráficos en la web.
Bien, pues la ASA en voz de su jefe de operaciones Rae Burdon dice que “con estas medidas la industria de la publicidad ha emitido un mandato claro a fin de proteger a los consumidores y a los niños, así como los contenidos editoriales”. Y el punto es garantizar a los consumidores de información a fin de que la comunicación sea veraz, legal, honesta y responsable.
Esta propuesta se piensa que tenga su vigencia a partir de tercer trimestre de este año toda vez que el Comité de Prácticas Publicitarias lo apruebe.
Pero, ¿de dónde o por qué surge esta moción? Ahí van algunos datos que nos muestran la importancia de una decisión de este tipo y que las entidades responsables del asunto en el resto de los países deberían poner cartas en el asunto ya.
Actualmente existen cerca de cinco mil millones de celulares activos en el mundo. Muchos de ellos tienen la capacidad de navegar por la red. Para finales de este año habrá más de 200 millones de smart phones (teléfonos inteligentes).
En Japón –sí, en nuestro México de pronto las cifras no fluyen- existen 90 millones de usuarios de Internet y el 75% de ellos lo hacen a través de un dispositivo móvil.
A lo anterior hay que sumar el hecho de que una buena porción del tiempo destinado en la actualidad a la navegación por la red la hacemos en las redes sociales.
Bueno pues sin duda la tendencia estará en las redes sociales por convertirse en el primer círculo de los internautas. Y es justo en ese espacio donde nos estamos proveyendo de información que no ayude a tomar decisiones sobre cosas tan simples como “estoy en tal zona, ¿alguien me puede recomendar dónde comer?” o de mayor relevancia como "¿Qué me recomiendan: Blackberry o iPhone?".
La posibilidad de que las empresas por medio de sus páginas personales incidan en los hechos demanda de una solidez similar a la propuesta que se está llevando a cabo en el Reino Unido.
No veo nada de malo en que se regule la publicidad. Por muchos años, más de una década, la internet ha sido tierra de nadie, que se ha tenido que autoregular -con deficiencias-, y me parece muy positivo que se quieran establecer regulaciones más allá del mundo virtual. Sería, como se dice en Mx, que el "sector" acuerde y llegue a acciones en beneficio de (casi) todos.
ResponderEliminarDe todos modos yo no soy tan optimista de que toda la publicidad termine decantándose a las redes sociales/Internet. Yo creo que la brecha digital en el mundo seguirá siendo un buen nicho de dónde sacar raja publicitaria en medios tradicionales, sino, por lo tanto, ya no existiría el perifoneo, que se usa en México y pueblos circunvecinos. E incluso, empresas como Walmart tienen muy bien identificado al perifoneo como forma de publicidad, sumado a volanteo, a mantas, cartulinas. En cuanto a internet Walmart le queda claro que por esos canales no se hará millonaria, por eso no le apuesta mucho al sector web 2.0.