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martes, 29 de diciembre de 2009

Yo no creo en Mercadotecnia...


Eso me dijo una vez un cliente cuando le sugería que hiciera un fortalecimiento de su marca para diferenciarse realmente de su competencia.


Sucedió que dicho cliente había optado por dar un brinco sustancial en su industria. “Decidió” que su competencia a partir de un momento X iba a ser la empresa que se localizaba a un par de cuadras de él.


- “Ello me va a permitir elevar mi nivel entre los clientes y seré la opción económica de la industria” me argumentaba, mientras le pedía una exposición amplia de su supuesta decisión.


Por mi parte le indicaba que para que fuera competencia real de la empresa que había resuelto él requería forzosamente: elevar el estándar de sus productos, tener una política más seria respecto a precios, hacer un ejercicio más hondo y de mayor inversión en cuanto a promoción se refería y decididamente, fortalecer la marca (aplicarle branding) donde el vínculo entre su empresa y sus clientes fuera como en muchos otros indisoluble a pesar de las inclemencias de los entornos.


La sustancia central de todo esto era el hecho de que en un ejercicio muy somero de posicionamiento, la marca de su “competencia” tenía una aceptación muy amplia entre la zona de influencia y una imagen perfectamente definida. Era en el municipio la marca aspiracional de muchos de los usuarios potenciales y de una buena porción de los clientes actuales de mi cliente. Eso nos lo había demostrado una investigación que habíamos realizado.


Y le sentenciaba: Usted estimado señor cliente no puede ser la opción económica de su competencia. Porque simple y sencillamente entonces, no es competencia de ellos.


Si mi cliente mantenía esa visión de las cosas iba a permanecer en la misma posición que guardaba hasta ese momento y muy probablemente, perdería la vasta credibilidad que poseía entre sus consumidores actuales. Y luego se quedaría como dicen en mi pueblo, como el perro de las dos tortas.


Entonces me dijo: “Bueno y ¿qué me propone, entonces?”

Yo le sugiero que como le dije en un principio, hagamos un trabajo serio de branding sobre la marca de su empresa a fin de obtener en primera instancia el código cultural que domina actualmente entre sus usuarios reales. Verificarlo entre los clientes potenciales y contrastarlo versus el código cultural de su competencia.


Así tendremos un esquema perfectamente claro de las expectativas de los clientes desde una perspectiva verdadera y no en forma intuitiva. Hágame caso le dije, tenemos que investigar cualitativamente y de ahí, construir la estrategia que sí nos permita acercarnos a nuestros competidores pero sin perder lo ganado hasta estos momentos.


Se quedó pensando detenidamente lo que pretendía explicarle y,sonriendo, sin mirarme a los ojos me repuso: “Es que… ¿sabe qué, maestro? Yo no creo en la investigación de mercados.” Me paré, estreché su mano y cerré mi intervención. - Licenciado, esto no es artículo de fe, lamento que no podamos estar de acuerdo.


Corté de tajo porque la investigación no es un santo al cuál encomendarse. Y porque a final de cuentas, lo que me estaba diciendo detrás de su pseudo argumento es el título de este post.


Al salir me quedé pensando ¿por qué las empresas le tienen tanto miedo a la investigación?


ACLARACIÓN: Hoy día seguimos manteniendo una relación comercial, hecho por el cuál no menciono ni el nombre ni la industria en cuestión, con la finalidad de dar cabida a mi clausulado de confidencialidad.


Fotografía tomada de flirck.

4 comentarios:

  1. Efectivamente, la investigación no es un acto de "fe". Sin embargo, la mercadotecnia en nuestro país aun esta "muy verde" y terminos como Branding aún no son comprendidos, y mucho menos valorados, por la empresa; tan es así que ninguna de ellas se encuentra a la altura de las multinacionales, por ejemplo. Resulta que también en este sentido, estamos "un poco atrasados".

    Y qué le pasará a la Industria en cuestión?....seguirá decidiendo en nombre de sus clientes?

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  2. Anónimo si te refieres a Estados Unidos totalmente de acuerdo contigo, JA ¿Qué le hace pensara a "anonimo" que la falta de entendimiento de la importancia del desarrollo de marca es único de México?

    Al igual que el Maestro Cesar me dedico a la publicidad y el desarrollo de marca o branding.

    El problema de tu cliente, en mi opinión Cesar es el de mucho empresarios, su incredulidad se debe a las malas experiencias en la mercadotecnia en la que ha invertido en MEDIOS pero no en conceptos. Así es, retemos a San Mc Luhan, es cierto el medio es el mensaje, pero cuando no hay definición de conceptos, se comunica de manera inapropiada pues no se proyecta la imagen que se desea y no se alcanza la audiencia buscada. Ahí es donde la consultoria inicia, por la exploración personalizada de las acciones anteriores.

    En TV Azteca tuve la oportunidad de participar con el Dr. Reggie Clifford de la creación de modelos cualitativos de investigación de mercados. Los modelos cualitativo son todavia nuevos en mercadotecnia, en nustro caso recurrimos a los modelos de la antropología social para hacer la investigación, recomiendo ampliamante analizar el trabajo del Dr. Clifford en Azteca Analítica, su aporte aunque no ha sido valorado en el campo comercial del todo, lo será, y desde 1995 se marcó un parteaguas que ha ido copiándose en la industria de la TV nacional e internacional.

    Cesar, con respecto a tu cliente, llevalo en pequeñas victorias, no cree porque ha sido víctima de malas experiencias y de despilfarro de dinero sin resultados. Muestrale poco a poco que un concepto que nace de adentro (no podemos andar inventando, por eso los publicistas fracasan) puede presentarse de manera exitosa afuera, pero llevalo de lo menos a lo más ahi es donde la habilidad del comunicador permitirá hacer un modelo adecuado al cliente.

    Gracias por compartir.

    Obed Arango

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  3. La mercaadotecnia y la investigación tienden a tratar de ser sustituidas por el sentido común, que como tu y yo sabemos es el menos común de los sentidos, por lo que usualmente los juicios tienden a llevarnos irreducitiblemente al error.

    Lo del temor a la investigación, pues, es natural que temamos a conocernos realmente. Si nos pasa como seres humanos es natural que se transmine a las organizaciones que dirigimos; nadie está dispuesto a que le digan sus verdadades, y aunque se maticen con el término: "áreas de oportunidad", sigue siendo rudo sabes que no estás haciendo bien las cosas.

    Un abrazo

    Jesús Terán

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  4. De acuerdo con los comentarios escritos, y agregando el que creo que la falta de "fe" en la mercadotecnia ha sido también en parte responsabilidad de muchos de nosotros quienes nos dedicamos a ella. Muchas veces para obtener el proyecto, la admiración o respeto de los equipos de trabajo o clientes, tomamos una actitud algo "crecida" hablándole con términos muy de argot, en inglés o desconocidos para ellos, lo que nos hace parecer muy altos, y que termina por desagradar. Muchas veces basta con decir que la mercadotecnia no es un hilo negro ni es una corriente, son prácticas y acciones que SIEMPRE han sido utilizadas, pero que de años para acá se reacomodaron dentro de las empresas para darle mayor impulso a los resultados. Así el empresario no cree que le estamos tratando de vender modas sino que el objetivo es reordenar ideas y acciones encaminadas al mismo objetivo empresarial, y eso tal vez lo lleve a pensar en inversión no en gasto; existe ignorancia y es nuestra obligación como mercadólogos tratar de combatirla.

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